En algunos casos son nuevas viviendas y en otros se trata del reemplazo por especies que, por sus condiciones de antigüedad, requerían renovación.
El arbolado urbano reduce las temperaturas extremas del verano a través de la sombra que proyecta, regula la temperatura ambiente, fija las partículas del aire. También ejerce una función purificadora de los gases presentes en el aire, actúa como pantalla amortiguadora de los ruidos, entre otras funciones. El arbolado en su conjunto constituye un patrimonio de la ciudad.
Junto con la colocación de las nuevas unidades se entrega a cada vecino una nota con detalles sobre el cuidado que el mismo requiere para garantizar su óptimo crecimiento.
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