Es en ese marco que no se realizara más ningún certamen ni actividad que promueva estigmatizar y estereotipar el rol de la mujer en la sociedad. El Área de la Mujer, creada en 2012, por el Municipio considera que este tipo de propuestas discriminan a la mujer y poseen en sus bases una mirada sexista que refuerza a la misma como un objeto, un producto que tiene que alcanzar ciertos estándares moldeados por una cultura Patriarcal.

Ya hace unos años se había comenzado a dar pequeños pasos, retirando del desfile en la elección de la reina la pasada que hacían las jóvenes en traje de baño, por entender que en un contexto de una fiesta de artesanía poco tenía que ver.

Debemos salir del paradigma de la belleza, promover y destacar otros valores. Si bien estos concursos están presentes en centenares de fiestas de nuestro país, creemos que la sociedad se está concientizando, acompaña y celebra estas decisiones.

Chivilcoy, en la Provincia de Buenos Aires fue el primer municipio del país en sacar los tradicionales certámenes en su ciudad, argumentando que son discriminatorios y que estereotipan y refuerzan que las mujeres deben ser valoradas por su apariencia física.

Este es un paso en la Batalla cultural que debemos dar día a día para desnaturalizar la violencia simbólica.