Entre los factores que contribuyen a la inseguridad se encuentran principalmente: la pobreza, la marginación, el acceso a las armas de fuego, la desintegración y violencia familiar, el consumo de drogas y el alcohol.
No existe un factor transformador e integrador más formidable que la EDUCACIÓN, tanto formal como familiar, y el invalorable aporte de clubes, escuelas artísticas, ONG, instituciones e Iglesias que promuevan valores e incentivos intelectuales y morales.
La deserción escolar por falta de recursos materiales y personales (problemas de aprendizaje, desinterés, desmotivación, etc.) debe ser el principal factor a considerar por los gobiernos en etapa de crisis, junto con el sistema de salud.
Los acontecimientos violentos o la muerte como factor último e irreversible de la inseguridad, no sólo se observan por medios nacionales, en nuestra ciudad no trascienden, pero hace pocos días un niño de 12 años sufrió un traumatismo dentoalveolar, a causa de un hecho violento producido a una cuadra de su escuela por “compañeros”, sin recibir acompañamiento de autoridades policiales, de salud, ni educativas, como amerita el caso, seguramente con múltiples factores asociados.
Necesitamos un Estado presente con programas sólidos, una justicia cercana y eficiente, mejorar las condiciones generales de nuestra fuerza pública, incluida su logística, profesionalización y haberes.
Necesitamos revalorizarnos, encontrar nuestro potencial como sociedad, esforzarnos en épocas difíciles y proteger nuestros eslabones más débiles, en especial a las infancias y a los adultos mayores.
Pablo Abalos
Presidente
Comité UCR San José
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