Con la llegada de los meses más cálidos suelen aumentar diferentes cuadros de salud de prevalencia estacional, como los golpes de calor y los problemas ligados a la exposición al sol. Atendiendo a esta situación, desde el Ministerio de Salud de Entre Ríos se recordaron los cuidados y medidas preventivas.
En ese sentido, se recomendó tener presente que los días con temperaturas y humedad elevadas pueden tornarse un gran riesgo para la salud, especialmente para niñas y niños pequeños, y adultos mayores. Es por esto que para prevenir golpes de calor se sugiere permanecer en lugares frescos y bien ventilados, usar ropa de algodón y mantener una correcta hidratación.
En el caso de los adultos mayores, lo que se sugiere desde el Ministerio es que tomen agua aún sin tener sed; mientras que en el caso de los niños, la recomendación es que el adulto responsable les ofrezca líquidos constantemente, sin esperar a que los chicos lo pidan, y, en el caso de lactantes, ofrecer el pecho de manera más frecuente.
También se debe prestar atención a los síntomas de agotamiento por altas temperaturas, que es un paso previo al golpe de calor. Estos síntomas son: cansancio o debilidad; sudoración excesiva; sensación de calor sofocante y sed; fiebre; calambres musculares; inapetencia, náuseas o vómitos; dolores de cabeza; irritabilidad o llanto inconsolable en los más pequeños; mareos o desmayos.
Ante la presencia de estos síntomas, la persona se debe trasladar a un lugar fresco y ventilado; se le debe ofrecer agua fría, con media cucharita de sal por litro, y también se recomienda que tome una ducha. No hay que tomar antifebriles y se debe consultar a un profesional de la salud ante un cuadro de estas características.
Exposición solar
Hay que evitar el horario de las 10 a las 16 así como los juegos intensos y actividades deportivas que hagan transpirar en exceso. También es recomendable el uso de sombreros o gorras con visera, mojar la cabeza y partes del cuerpo de manera frecuente y usar siempre protector solar, preferentemente factor 30 o mayor, en zonas expuestas, y aún en días nublados. Es importante renovar su aplicación cada dos horas, o bien después de meterse al agua o de haber transpirado.
También hay que tener presente que los menores de un año no deben exponerse al sol en forma directa y que, a partir de los seis meses, se pueden usar protectores solares para situaciones en las que estén expuestos ocasionalmente. En caso de que se produzca quemadura solar se recomienda utilizar compresas frías, administrar líquidos y consultar al sistema de salud.
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