Carina Sánchez, de 42 años de edad, se dedicó al comercio de drogas a lo largo de muchos años en el barrio El Ombú de la ciudad de Colón.
Luego de una investigación de la Policía y la Unidad Fiscal local, a fines de marzo allanaron su vivienda y la detuvieron con numerosas pruebas en su contra. Este miércoles, fue condenada a cinco años y medio de prisión, la pena más alta de las siete sentencias por venta de drogas en el Departamento del este de la provincia.
La audiencia se desarrolló ante el Juzgado de Garantías a cargo de Natalia Céspedes, donde el fiscal Alejandro Perroud expuso los detalles de la pesquisa, las numerosas pruebas reunidas en el legajo y la pena acordada entre las partes. La investigación había comenzado varios meses atrás, incluso hubo varias instancias en las que se abrían legajos por estados de sospecha que por una u otra razón no podían avanzar. Hasta que con varias vigilancias en el domicilio de Sánchez, donde se lograron registrar videos y tomar fotografías de los pasamanos en la vivienda y otras actividades propias del narcomenudeo, se habilitó el allanamiento al lugar donde funcionaba a toda hora el kiosco de drogas.
Fue el 31 de marzo pasado, cuando personal de Toxicología y otras áreas de la Jefatura Departamental de Colón irrumpieron en la casa del barrio El Ombú y encontraron drogas y otras pruebas como balanzas y elementos de fraccionamiento de las sustancias que luego sustentaron aún más la imputación.
Aquel día también detuvieron a dos hijos y otra mujer que podrían haber tenido algún rol en el clan narco. De hecho, al principio la Fiscalía los imputó por el delito de organización de actividades de narcotráfico, pero al tratarse de un grupo familiar era improbable poder definir roles definidos que podrían haber cumplido cada uno de ellos.
Ahora, a poco más de un mes del procedimiento policial, la mujer prefirió darle un cierre a la causa lo antes posible, por lo que firmó el acuerdo de juicio abreviado. En la audiencia de este miércoles, ante las preguntas de la jueza, respondió que se hacía cargo del delito y que consentía la pena de cinco años y seis meses de cárcel. No sólo es la condena más alta por este delito en Colón, sino que por tratarse de narcomenudeo es una de las penas más elevadas en la provincia. Se tuvo en cuenta, entre otros agravantes, que de arrastró a sus hijos jóvenes a participar del negocio espurio y también exponía a ese riesgo a otras personas que utilizaba como pantalla de las distintas maniobras relacionadas a la empresa ilícita. Incluso en un momento existió la sospecha de que ingresaba drogas a la Unidad Penal Nº 4 de Concepción del Uruguay (donde tiene dos hijos detenidos por delitos contra la propiedad), pero no se pudo demostrar en la Justicia.
La jueza Céspedes homologó el acuerdo y dictó la sentencia condenatoria. Ahora quedará establecer cuál será la responsabilidad que se les endilga a los otros acusados.
Fuente: Diario Uno
Dejanos tu opinión sobre este tema