Ya es algo habitual escuchar en distintos medios hablar acerca de las criptomonedas, su valuación y hasta si es recomendable o no invertir en ellos. Como contadores, recibimos con frecuencia consultas referidas acerca de qué son realmente y si resulta rentable invertir en estos.
Para sumergirnos en el mundo de los criptoactivos debemos comenzar por preguntarnos ¿qué son las criptomonedas? De manera sencilla podemos decir que, básicamente es dinero digital, es un activo que basa su funcionamiento en la tecnología blockchain o cadena de bloques, la cual puede imaginarse como un gran libro contable digital, en donde se registran las operaciones en forma descentralizada por miles de usuarios (mineros) que colaboran con la red a cambio de una recompensa (fee). Existe recompensa por generar un nuevo bloque en la cadena (6.25 BTC por bloque generado) y también por validar transacciones. Este fee, en el último de los casos, varía de acuerdo al monto de la transacción.
Dentro del universo “cripto” (en donde hoy encontramos más de 7000 monedas digitales), cabe destacar que la criptomoneda más conocida es el Bitcoin (BTC), la cual actualmente representa el 42.84% del mercado, según datos publicados por Coinmarketcap. Siguiendo con información dura, actualmente existen en circulación algo más de 18 millones de BTC (18.719.950 BTC) y el límite máximo de emisión es de 21 millones, cifra a la que se llegará en el año 2140. Este hecho le pone una cota a la emisión y hace pensar en la dimensión que podrá tomar esta cripto en el mediano/largo plazo.
Estas criptomonedas tienen la particularidad que no tienen control por parte de ningún Estado, no existen intermediarios de ningún tipo –bancos centrales, mercado de valores- sino que las transacciones se realizan entre todas las computadoras que forman parte de la red (nodos) y que poseen la última versión del software en donde se registran las mismas. Las transacciones no pueden modificarse una vez realizadas, hecho que le da seguridad y gran celeridad de acuerdo a esta tecnología utilizada. Es decir que, en la cadena de bloques, solo se pueden agregar bloques, pero modificar los existentes sería tan complicado que invalidaría todos los posteriores. Esto se produce por el hashing, cuestión meramente técnica en la que no tiene sentido extenderse en esta nota, pero es algo similar a una firma digital.
Con respecto a su valor, podemos decir -sin miedo a equivocarnos- que son activos de alto riesgo, esto significa que son volátiles y, por lo tanto, cambian de precio bruscamente generando así ganancias o pérdidas grandes en cortos periodos de tiempo. Cuando decimos que cambian de precio rápido nos referimos, por ejemplo, a que a mediados de abril de 2020 un bitcoin tenía un valor de mercado de 7.000 dólares y aproximadamente un año después 63.000 dólares por BTC (Exactamente el 15/4/2021 alcanzó su máximo valor histórico llegando a la suma de 63.480,58 USD/BTC). Al momento de escribir esta nota, tiene una cotización de 38.000 dólares, por lo cual si comparamos el precio en términos relativos observamos que en 1 año aumentó su cotización 4.42 veces o un 442 %. Significa que si invertíamos 1 dólar en abril de 2020 en mayo de 2021 tendríamos, nada más ni nada menos, que 442 dólares.
Qué pasó este último tiempo, es lo que se preguntan la mayoría de los nuevos inversores. Simplemente parecería que ajusto su precio ya que había aumentado mucho su valor en los últimos 12 meses. El precio al no estar regulado por ningún estado ni ente gubernamental depende exclusivamente de la oferta y la demanda de sus usuarios. Un ejemplo más de su volatilidad lo genera el multimillonario Elon Musk (fundador de Tesla), que supuestamente mediante sus declaraciones mediáticas logró disparar el precio bruscamente al informar que su empresa había tomado posición en BTC por unos 1500 millones de dólares. Recientemente ha manifestado que su empresa dejará de aceptar BTC como medio de pago por el daño y consumo energético que la minería de este activo genera, cuestión que estaría lejos de ser probada. Asimismo, empresas con presencia local, como Mercado Libre y Globant han invertido recientemente la suma de 8 millones de USD en el primer caso y de 500.000 USD en el segundo. Con estos datos queremos poner de manifiesto que estas operaciones hacen cambiar las decisiones de los inversores y nos hacen pensar que las criptos llegaron para quedarse, negociarse y universalizarse, por lo cual tendremos que aprender sobre ellas.
¿Ahora bien, es seguro invertir en BTC o cualquier otra cripto? Por supuesto que no, no es un mercado regulado ni controlado y como mencionamos anteriormente muy, pero muy volátil. No obstante, una alternativa si se quiere menor volatilidades invertir en criptomonedas estables, las denominadas stablecoins (como por ejemplo Tether o DAI) las cuales se encuentran respaldadas por monedas fiduciarias, como el dólar, o metales preciosos, como el oro.
A continuación, haremos una breve guía de 10 puntos, basada en recomendaciones a tener en cuenta si nos interesa invertir en este tipo de activos:
1. Trabajar con exchanges reconocidos mundialmente. Previamente investigar en redes sobre los problemas y opiniones que tienen o han tenido otros usuarios ya experimentados o con más experiencia.
2. Una vez adquiridas las criptos no almacenarlas en el exchange, sino operar con las billeteras o wallet en donde se almacenan las claves de acceso.
3. Los movimientos de criptos tienen costos asociados y no siempre son los mismos, depende con los sitios/operadores que trabajemos.
4. Los exchange tienen regímenes de información con entidades gubernamentales (AFIP; UIF, BCRA, etc.); por lo cual operar con este tipo de monedas tiene el mismo nivel de justificación patrimonial que cualquier otra operación comercial. Dicho en términos precisos, los fondos deben poder ser justificados.
5. Tener en cuenta que hay que pagar impuestos a nivel nacional y algunos casos a nivel local, provincial.
6. No comprar cualquier tipo de activo porque este de moda, sino previamente hacer un análisis de las diferentes opciones y de los riesgos asociados a cada uno de los activos. Si compras shitcoins (Meme, Dogecoin, etc.), deberías saber cuál es el riesgo asociado.
7. Establecer el nivel de riesgo que se quiere asumir, y en base a esto volver al punto anterior. Siempre que los rendimientos históricos sean muy grandes, seguramente los riesgos asociados también lo fueron.
8. Invertir una porción de tu cartera no mayor al 5%. Si el valor se dispara como paso en este último año, la proporción de la inversión dentro de tu cartera crecerá sustancialmente; por el contrario si se desploma como paso en el último mes, tu pérdida no será tan importante en términos relativos.
9. No compartir información de tus cuentas ni claves privadas en sitios públicos.
10. Empezar a incursionar en el mundo cripto con pequeños excedentes de fondos, de manera de ir conociendo la operatoria y riesgos asociados.
Y por último y no menos importante, siempre asesorarte con profesionales capacitados. Los costos de asesorarte en general son muy inferiores a las pérdidas ocasionadas por malas decisiones.
Franco Scorians
Contador Público (UNLP)
Especialista en Tributación (UNLP)
Mat. 4661 C.P.C.E.E.R
Remedios de Escalada Nº 1580 – San José (E.R)
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