Esta nota no pretende ser una recomendación de inversión, pero sí contribuir a la educación financiera de manera de adquirir conocimientos básicos que le permitan afrontar el actual escenario macroeconómico complejo y volátil.
Un escenario donde las principales variables son inflación, dólar y tasas de interés. La inflación sigue siendo alta, cuyo dato referido al mes de marzo de 2024 rondará el 10-12% y la conoceremos este viernes 12 de abril, pero hasta el momento tenemos el 12,8% en noviembre de 2023, el 25,4% en diciembre, el 20,6% en enero de 2024 y el 13,2% en febrero, con lo cual sumado a meses anteriores, la inflación interanual febrero 2024-2023 asciende a 276,2%; cifra por cierto alarmante. Los dólares financieros se encuentran “planchados” con pequeñas variaciones en torno a los $ 1000/1100 por unidad, el dólar oficial se sigue apreciando al 2% mensual dado el crawling peg que sigue siendo defendido por la política monetaria y la tasa de interés de referencia se encuentra en el 70% TNA lo cual lleva a que la tasas de los plazos fijos, dependiendo del banco, se ubiquen entre el 60 y 70% TNA no compensando bajo ningún análisis la inflación mensual de dos dígitos. ¿Hasta cuándo se mantendrá este escenario? No lo sabemos, pero Argentina siempre se caracterizó por golpes de shock. En materia económica algunos sucesos tardan en aparecer, pero cuando suceden lo hacen de manera abrupta como en estos últimos tiempos.
Adicionalmente, la desregulación de la economía provocó fuertes aumentos de precios sobre todo en los que se refiere a servicios de energía, colegios privados, prepagas, alimentos, etc; gran parte de la totalidad de los bienes y servicios de la economía en su conjunto. Por el lado de los ingresos, estos vienen aumentando de acuerdo a las paritarias de cada sector, pero como se repite una vez más en nuestro país el ajuste de los salarios es más lento que el ajuste en los precios, lo cual general al menos problemas financieros de corto plazo en gran parte de la clase media argentina; que es ni más ni menos la que sufre las consecuencias directas y más duras de la política económica actual. Básicamente la licuación de salarios se ve reflejada en la merma en el nivel de actividad del comercio, con las consecuencias que eso genera en las familias y las empresas.
Ante este escenario la pregunta que recibimos y nos hacemos a diario es ¿qué hacemos con los pesos en el corto plazo? Sostenemos que en el corto plazo la salida es limitada, al necesitar liquidez inmediata no podemos más que colocar los fondos en cualquier “money market” que rinde una tasa promedio de interés de aproximadamente el 70% TNA. De esta manera se genera un pequeño rendimiento que ayuda a amortiguar el efecto inflacionario. Similar desempeño se logra con la mayoría de los FCI ofrecidos por los bancos o por brokers especializados, en algunos casos tienen rendimientos históricos inferiores al plazo fijo tradicional, pero con la ventaja de no inmovilizar el capital más allá del tiempo de rescate, que puede ser inmediato o de 24/48 hs en algunos FCI un poco más sofisticados y quizás con rendimientos más significativos, algunos alcanzan a compensar la inflación. En los money market antes mencionados (Mercadopago, Ualá, Naranja X, Personal Pay, entre otras) podemos utilizar el dinero mientras lo tenemos invertido, mientras que en la mayoría de los FCI el rescate en caso de ser t+0 se liquida al cierre de la jornada en que se hace el rescate y se acredita al otro día. En los casos t+1 se acredita a las 24 hs y en el caso de los t+2 a las 48 hs desde el cierre del día del rescate. En este tipo de inversión, podemos ver rendimientos pasados y suponer que su comportamiento será similar en el futuro. En el caso de querer asegurarnos la compensación de la inflación, la alternativa es el Plazo fijo UVA, en donde la inmovilización de capital es de al menos 180 días. Sin embargo, ante la anteúltima actualización de tasas de referencia, el BCRA habilitó a que los bancos pudiesen ofrecer esta alternativa, pero con 90 días de plazo como mínimo y no 180, pero a la fecha no conocemos ningún banco que ofrezca dicha modalidad con dicho plazo. Es una cuestión opcional, no obligatoria para los bancos.
Cabe recordar que los rendimientos pasados no garantizan rendimiento futuros, esto haciendo referencia a los instrumentos en donde conocemos su historial, pero que su rendimiento depende de variables ex post a la imposición del capital.
En el caso de horizontes temporales de inversión más largos, las alternativas de inversión claramente son otras. Solo a modo de ejemplo podemos mencionar la compra de acciones, cedears, títulos públicos, obligaciones negociables, monedas digitales o simplemente la compra de moneda extranjera. Estas, a diferencia de las anteriores, no son inversiones que vayan a rendir sus frutos en el corto plazo. Probablemente en el corto plazo el rendimiento puede llegar a ser negativo. Siempre ante las diferentes alternativas de inversión lo primero que debemos establecer es nuestro perfil como inversor, de manera de aplicar en instrumentos con un riesgo acorde al perfil (conservador, moderado o alto riesgo). Otro dato clave, es conocer el horizonte temporal con el cual se va a hacer la inversión, ya que el perfil en cuanto a “riesgo” no está directamente relacionado con el horizonte temporal, un inversor de alto riesgo, que especula con el capital para obtener rendimientos pueden entrar y salir de una operación en un lapso muy corto de tiempo, mientras que un inversor conservador o moderado puede mantener una misma inversión durante 10 años obteniendo rendimientos acorde al riesgo asumido.
Finalizando y solo a modo de ejemplo, enumeramos de menor a mayor los rendimientos en lo que va del 2024 de las principales activos y/o inversiones financieras: Dolar Blue, Dolar Mep, Dolar Oficial, SPY, T2X4, Merval, Plazo Fijo Tradicional, GD30, AL 30 y el ganador por lejos, PF UVA. Se encuentran ordenados en orden creciente de rendimiento, siendo el Dólar Blue el menor y el PF UVA el mayor.
Adquirir conocimientos financieros hará que nuestros ingresos rindan más, no sufran la erosión de los activos monetarios o que su pérdida se reduzca a la mínima expresión. Toda inversión posee implicancias tributarias que subyacen a la misma, por lo cual contar con asesoramiento profesional es de vital importancia de manera de optimizar nuestra relación con las finanzas en general y con instrumentos financieros en particular.
Franco Scorians
Contador Público (UNLP)
Especialista en Tributación (UNLP)
Mat. 4661 C.P.C.E.E.R
Remedios de Escalada Nº 1580 – San José (E.R)
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